Los cristales son un regalo de la naturaleza y existen para ser descubiertos y ayudarnos en nuestra vida. Nos entregan protección y luz.
Existen en grutas o minas de cristales y son seres vivientes (no como en la dimensión que conocemos la vida humana) y están para ayudarnos en nuestros procesos de sanación.
Son magia manifestada.
En el camino de los cristales, es importante darle un espacio a abrir nuestra percepción y confiar (no sólo desde nuestra mente racional), ya que cuando nos abrimos a la magia y cambiamos nuestra vibración, ésta se manifiesta.
Los cristales son también maestros que nos muestran la unidad que existe entre todas las cosas (y todos los reinos) y nos conectan con la energía y el amor universal.
Existen muchos cuarzos, minerales y cristales, donde cada uno según su composición y formación, puede trabajar en algún ámbito específico de nuestra salud o nuestras emociones. Por ejemplo, la salud física, la abundancia, el amor, la transmutación, la protección, entre muchas otras cualidades y propiedades.
Si resuenas con este mundo, ábrete a su magia, conecta con ellos y déjate sorprender.
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