Las terapias complementarias, como su nombre lo indica, sirven de complemento a cualquier otro tratamiento de salud (física o emocional), no son excluyentes.
Las terapias de Flores, Kinesiología Holistica, de energía (que describo más en detalle en la sección Terapias), apuntan a tratar el origen o la causa del problema (enfermedad).
La medicina tradicional trabaja sobre el síntoma, que es cuando la emoción ya se ha somatizado en el cuerpo físico. El aviso parte en nuestro cuerpo a través de la emoción y cuando no la escuchamos o no resolvemos ese conflicto a nivel emocional, pasa al cuerpo físico (en forma de enfermedad), para poder ser "curado" o solucionado.
Hoy en día se habla más abiertamente sobre la relación entre las emociones y el cuerpo físico, en relación a las enfermedades.
Según la filosofía del padre de la terapia floral, Dr. Edward Bach, "la enfermedad no es un bien a suprimir, sino un bien a comprender." La enfermedad es el conflicto entre la personalidad (ego y la forma en que queremos controlar las cosas) y el alma (quien conoce nuestro verdadero propósito y camino de vida).
A veces el cuerpo se enferma para que sane el alma y la forma de llegar a ella, es a través de ser conscientes (estar presentes en el aquí y ahora), escucharnos, conocernos, trabajar sobre nuestras emociones, el origen del problema y como éste se manifiesta, para poder sanar realmente y transformar nuestras reacciones automáticas en respuestas alineadas con nuestro corazón.
Tanto las Flores de Bach, los Cristales, la Aromaterapia y los Registros Akáshicos, son poderosas herramientas de transformación y nos ayudan a activar el sanador interno que todos tenemos en nuestro interior.
La intención del Terapeuta es guiar al paciente o consultante hacia su propia sanación, a través de la ayuda para reconocer cuáles son las causas de sus problemas y poder generar una transformación profunda desde su autoconocimiento.
